Yoga Sutra I.33
„Maitrī-karuṇā-muditā-upekṣāṇāṁ sukha-duḥkha-puṇya-apuṇya-viṣayāṇāṁ bhāvanātaś citta-prasādanam“
Hay momentos en la vida en los que la mente se agita tanto, que sentimos un profundo anhelo de paz. Buscamos silencio, meditación o retiro, pero Patañjali nos recuerda en sus Yoga Sutras que la verdadera calma no nace únicamente en soledad. Surge, sobre todo, en la manera en que nos relacionamos con los demás: en nuestros vínculos, en nuestros pensamientos, en las actitudes sutiles que cultivamos dentro del corazón.
En el Sutra I.33, Patañjali nos ofrece un sendero que parece simple, pero que es profundamente transformador: cuatro actitudes del corazón que serenan el fuego interior y despejan la mente. Son gestos cotidianos, pequeños en apariencia, pero capaces de cambiar toda nuestra vida.
1. Maitrī – Amistad y benevolencia hacia quienes son felices
No siempre es fácil alegrarnos sinceramente por la felicidad de los demás. El ego suele murmurar: «¿Y yo? ¿Por qué no yo?» Pero Patañjali nos enseña que, cuando somos capaces de compartir la dicha ajena sin compararnos, abrimos nuestro propio corazón a la ligereza.
🌱 Ejemplo: Una compañera recibe un reconocimiento en su trabajo. Tal vez sientas la punzada de la comparación, pero eliges felicitarla de verdad. Ese gesto expande tu corazón y convierte la alegría ajena en tu propia fuente de gozo.
2. Karuṇā – Compasión hacia quienes sufren
El dolor ajeno suele incomodarnos, porque nos recuerda nuestra propia vulnerabilidad. Sin embargo, la compasión auténtica no consiste en quitar el sufrimiento, sino en permanecer presentes, sin apartar la mirada.
🌱 Ejemplo: Una amiga comparte contigo su tristeza. En lugar de apresurarte a decir «ya pasará», eliges escuchar con paciencia, quizás tomar su mano en silencio. En ese espacio de compasión, la sanación empieza a florecer, sin necesidad de palabras.
3. Muditā – Alegría ante las virtudes de los demás
Cuando alguien brilla con una cualidad especial, fácilmente nace la envidia o la comparación. Pero el Yoga nos invita a reconocer esas virtudes como una inspiración, no como una amenaza.
🌱 Ejemplo: Escuchas a alguien hablar con calma y claridad. En vez de sentirte menos, piensas: «Qué hermoso que esa persona encarne esta cualidad. Yo también puedo cultivarla en mí.» Su ejemplo se convierte en un espejo que te guía hacia tu propia luz.
4. Upekṣā – Ecuanimidad frente a los errores de los demás
Quizás la actitud más difícil: mantener la serenidad cuando otros se equivocan o nos tratan con injusticia. La ecuanimidad no significa indiferencia, sino elegir no dejarse arrastrar por la ira o el juicio.
🌱 Ejemplo: Alguien te corta el paso en el tráfico. Tu primer impulso es la rabia, pero respiras y piensas: «También es un ser humano, quizá lleno de prisa o estrés.» Al soltar el enojo, conservas tu paz interior.
La esencia del Sutra
Estas cuatro actitudes no son mandamientos morales, sino herramientas de libertad interior. Cada vez que elegimos la amistad, la compasión, la alegría compartida o la ecuanimidad, nos liberamos del veneno del ego: la envidia, la dureza, la competencia y la ira.
Entonces la mente se aclara, el corazón se aligera, y se abre ante nosotros el verdadero camino del Yoga: no solo en la quietud de la meditación, sino en medio de la vida misma.
✨ Quizás hoy puedas preguntarte:
- ¿Puedo alegrarme de verdad por la dicha de otro sin compararme?
- ¿Soy capaz de permanecer presente ante el dolor, sin huir?
- ¿Veo en las virtudes de los demás una inspiración, y no una amenaza?
- ¿Puedo mantener la calma cuando alguien es grosero conmigo?
Cada vez que eliges responder desde el corazón, no solo liberas al otro: sobre todo, te liberas a ti misma.
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